He roto el silencio. Te he dejado saber qué es lo que siento por tí. Mostré que estoy completamente indefensa, aunque sé lo peligroso que eso puede ser.
Ahora me siento desnuda. He dicho todo lo que había que saber. Quisiera que te movieras en alguna dirección. Me encantaría que rompieras este silencio y que interrumpieras mi voz por un segundo.
Necesito que hables. Necesito que emitas algún sonido, alguna clave que me indique qué hacer.
No me dejes desnuda en la obscuridad. Desnuda tu alma conmigo y haz que se ilumine este lugar.
Diana
3 comentarios:
No eres la unica desnuda en la oscuridad, la ventaja es que de tan oscuro nadie se da cuenta de la desnudes de los demas, hay que ver con el alma hacia adentro de las otras personas, y buscar las luces que te alumbren y vivir al calor de ellas, recibiendo en cada poro su tacto y asi no te importe estar desnuda y menos que te vean, por qu etu mayor refugio sera tu seguridad, o eso pienso...
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