
Su pasado, presente y futuro parecen estar entrelazados en un mismo espacio. Hay momentos de encuentro, momentos de paz, momentos de furia. Y su siempre aliada la luna, noche tras noche intentando cambiar su destino, iluminando con miles de luces el obscuro cielo, convenciendo al mar de regresar a su amada playa; sin comprender que no es el deseo lo que los mantiene alejados, sino su naturaleza tan diferente.
Aunque probable es que juntos siempre estén, quizá nunca lleguen a ser uno mismo, fundiéndose el uno en el otro, mezclando sus almas y tomando de una vez por todas el mando de su destino, sin importar lo que el pasado haya construído. Sin entender que así como fácil es construir barreras, así de fácil es también derribarlas.
... Diana